(Amparo de la Gama) El “enfant terrible” de la aristocracia europea, Hubertus de Hohenlohe, bautizado como el «Gypsy Prince», vuelve a sorprender a la industria discográfica con un nuevo vinilo: “La Lomana”. El multifacético noble Hubertus de Hohenloe, esquiador olímpico, fotógrafo, diseñador y presentador de televisión, además de aristócrata, nunca se había atrevido con un tema tan transgresor, en el que involucra hasta a su propia madre, Ira de Fustemberg.

 

-¿Qué diría su padre Alfonso de Hohenlohe si levantara la cabeza y escuchara el disco “La Lomana” compuesto por su príncipe heredero?
-Jajá pues la disfrutaría porque mi padre tenía mucho sentido del humor y le gustaba todo lo que era pura transgresión. Esta canción es como “Los Morancos”, pero con un toque aristócrata. Marbella ha cambiado. Ya no está esa gente que venía y te marcaron. Audrey Herpurb, o la dulce Gina Lollobrigida que me hacía fotografías. Yo dormía más veces en casa Catalina que en la mía propia. Esa era la Marbella de mi padre y no la mía de ahora, donde el buen gusto se acabó. Por eso quiero ser como la Lomana.
-Es el único que ha conseguido que Ira de Fustember se ponga delante de una cámara haciendo usted de mendigo…
-Este es el fenómeno de los tiempos. Que la mujer más elegante de Europa, salga en este video promocional dándome cinco euros tiene su mérito. Jajá. Me costó convencerla. Pero al final conseguí que hiciera algo tan simpático que hasta le ha divertido. Su vida es ahora muy agitada, se pasa del día de viaje entre Roma, Londres y Madrid. Los veranos los pasa en la Finca de Ronda. Y en una escapada de estas, la “pesque” para la promoción de mi disco “La Lomana”.
-Hubertus ¿Cómo surge esta canción, “Quiero ser famoso como Lomana? Veo que hasta le gustaría ser columnista de La Razón…
-Jajá… Si con imperfecto pedigrí. Cuando yo compuse mi anterior disco, Carmen me vino un día y me dijo ella con mucha sorna: ¿Por qué quieres ser famoso como la Lomana? Y le dije: está muy bien la frase, me la quedo. Y me la quede y así poco a poco a le fui dando forma y compuse una canción. Lo que quiero decir con la canción es que es que nadie sabe porque Carmen Lomana es famosa. Nadie entiende este fenómeno que es un caso como las Kardassian.
-¿Qué dice ella de la canción? Acaba tirándole un vaso de agua en el video….
-Pues le ha encantado el video y le parece gracioso pero eso de que no hace “nada de nada” …..No le ha gustado tanto. El video acaba diciéndome: No tienes vergüenza.
-Lo suyo como cantante promete, en Alemania ya ha firmado con Sony…
-Sí, con Sony en Alemania, pero aquí en España quiero hacer todo con Universal, con Narcis Rebollo, el marido de Eugenia Martínez Irujo, que nos divertimos mucho juntos. La puesta en escena de “La Lomana” será el viernes 22 de septiembre en “Los premios Escaparate”, en Sevilla donde también estará Carmen y la vamos a liar.
-Usted es un detractor del mal gusto actual que tiñe Marbella y así lo manifiesta en sus redes sociales…
-Si, así es. He dicho que falta un chiringuito con muchas H, aunque sea de Hermes, pero que parezca de Hubertus. ¡Ese horror del mal gusto! De tanto falso Fendi, Dolce Gabana, que es ahora Marbella horrible. Me falta un chiringuito, Hermes con muchos con muchas HH (pongamos humor).
-Y producto de esa falsedad, también son los “los príncipes marrulleros” que deambulan por Marbella
-En la época de mi padre también existía esa falsa farándula, gente que entraban a Marbella Club y no sabías si acaban de robar el banco de Inglaterra o eran ricos de verdad. Le daba un poco de “charme” al sitio. Las moscas siempre acuden a chupar luz. Pero ahora con Google lo desenmascaramos todo antes.
-De esa época queda poco, su padrino el conde Rudy, María Luisa de Prusia y su gran amiga Gunilla….
-Si mi querido Rudy, que se ocupa siempre mucho de mí si voy a misa o no: le sigue gustando tanto la vida que es un ejemplo para todos. Antes en su tiempo fluían diferentes las cosas, porque era todo una fusión de conceptos, pero ha llegado un momento en que el pasado y el futuro tienen que mezclarse. En Marbella Club debe de haber un presente. Que no solo aparezcan las fotos de Gina Lollobrigida, sino las nuevas también de una Valeria Maza o de una Brigitte Nielsen. Yo llegue con tres años a Marbella Club, mi padre lo compro por 150.000 pesetas, fíjate si ha llovido.
-Usted se fue de Marbella para poder seguir creciendo pero ahora retorna asiduamente…
Yo me fui de Marbella a Austin porque me mando la escuela. Marbella no era un sitio fácil para crecer. Conozco gente que se quedó colgado creciendo aquí. Era más enriquecedor crecer en un sitio con más incentivos que Marbella.
-¿Es usted más Hohenlohe o Fustember?
Espero ser una mezcla de los dos. Pero creo que soy más Hohenlohe…soy más bohemio, he recogido mucho el espíritu de mi padre. Cuarenta años después es otra manera de ver las cosas. Tengo mi propia identidad pero soy muy Hohenlohe.
-Su padre no quería una ciudad donde un edificio fuera más alto que un árbol
-Y fíjate el caso que le han hecho a su legado!. Si tú decías Marbella entonces era un sabor especial. Pero ahora es más Miami ya no es Saint Tropez. Se empezó de una manera y luego se fue a otra fórmula de ínfima categoría. Empezamos como Portofino, donde allí nunca veremos un rascacielos seguro….Si Marbella se hubiera protegido un poco más, ahora sería diferente. Ahora hay más vuelos de Ryanair que de jet privados. El buen gusto cuesta menos que el malo. El buen gusto es más barato. Pero el buen gusto no se puede enseñar.